Texto sobre la colección Viñetas Cofrades por
el cofrade D. Luis Chamorro García.
- Ofú Compare... ¿Otra historieta más le vas a leer a
tu ahijao? ¡Fíjate el pobre la carita que tiene!: Lo vas a reventar.
- Tschhhh calla, que ya hubieras querido tener tú
Viñetas Cofrades de pequeño pa meterte el veneno. Tu hijo está stasiao. ¡qué te
enteres! ¿Y tú no has cogío un padrino cofrade? Po eso es lo que hay...
"Un niño llamado Tomasín. Le encantaba jugar con sus amigos en la Plaza de
los Carros..."
Y mientras dejamos al padrino que le
cuente a su ahijado otra historia más de nuestras cofradías gracias a Viñetas
Cofrades, voy a procurar haceros reflexionar con este trabajo que anualmente
nos están dejando en las librerías Estudios Buenavista, y que, poco a poco, se
está colando en nuestras casas de rondón igual que la cuaresma llega a nuestras
vidas todos los años.
Es un cómic ambientado en una
tradición popular y religiosa que encuentra en los lectores la desembocadura al
ingenio de dos hermanos-socios atrevidos-reflexivos que han apostado en tiempos
de apreturas por desabrochar, un poco, el corsé de nuestras costumbres con un
pellizco de simpatía respetuosa en forma de trabajo cultural y divulgador,
envuelto en el ingenio y relleno de nuestra esencia.
"Viñetas Cofrades"
Historias y Leyendas de la Semana Santa de Sevilla, tiene escasos cuatro años
de vida y ya es considerado "un clásico" en los ambientes
cofrades. Es cierto que hay quien no lo conoce,
pero son los menos, los más despistados que aún no le han hincado el diente. Lo
que sí les aseguro es que quien lo ve por primera vez lo considera una
originalísima idea en la que se mezcla el cómic y el mundo de las cofradías
sevillanas.
- Pero ¿por qué este osado comentarista se atreve a
dar la catalogación de "clásico" a un trabajo de estas
características en una ciudad tan celosa de sus tradiciones, rancia en algunos
de sus comportamientos y crítica ante todo lo novedoso que asome?
Pues porque ha sabido dársele una gran
calidad a un cuidado formato, porque el resultado final no es estridente,
porque a pesar de que al cómic pueda catalogárselo de infantil, los muy
pensados textos mantienen la atención del adulto y porque el rigor histórico
prima por encima de todo. Si se enmarca una escena en el siglo XVII los
forillos, los ropajes y el lenguaje usado por los personajes se trasladan al
Siglo de Oro sevillano. Hasta el punto de que nos está dejando un muy llamativo
y significado ramillete de fotografías animadas que forman parte de nuestra
memoria colectiva cofrade desde finales del XIX hasta hoy.
Y es que Viñetas Cofrades va a ser
algo más que un cómic localista. Le auguro un futuro incardinado a todo lo que
rodee a las Cofradías, algo así como la Casa Hermandad a nuestras
Corporaciones.
- Ozú, ozú, ahora el comentarista se nos mete a
pitoniso y nos larga ésto, como si él fuera antropólogo futurista... ¿Por qué
nos vaticinas esto, criatura mía?
Pues porque Viñetas Cofrades fomenta
el coleccionismo, es muy llamativo para los más pequeños y delicioso para el
resto, tiene gancho sevillano al unir la fantasía y la realidad como hizo José
María de Mena con sus "Tradiciones y Leyendas Sevillanas", difunde la
Historia desde un punto de vista didáctico, divulga nuestras costumbres de
forma inédita, es muy económico y en los últimos tres años no ha faltado a la
cita a pesar de la que está cayendo.
Pero es que además, en estos
momentos en los que el mundo cofrade está viviendo una expansión desbordante
mucho más allá de los límites geográficos de Andalucía, se está tomando como
modelo y ejemplo lo sevillano y aquí se tiene ya demostrada la gran aceptación
de un proyecto que además de activador empresarial es fomentador de las
relaciones personales por la especial sensibilidad de sus creadores.
David y Damián Díaz-Cantelar
siembran con afecto y cultivan desde la estima para recoger una multiplicada
cosecha de cariño en forma de amistad fiel cual infantería promotora del buen
rollo que está adquiriendo dimensiones de numerosa Cofradía de Barrio que viene
a conquistar la Sevilla de sus antepasados con la seguridad que da el saberse
"de los nuestros".
Pero esta Cofradía tiene costaleros
del arte que hacen el trabajo que no se ve, y que se gustan con las mecidas
cortitas y finas y las chicotás bien medías. David Cabeza y Juan Manuel Moreno
van en la primera de pateros. Mari Carmen Quiñones y Bernardo Jiménez van de
fiadores. El Diputado Mayor de Gobierno es Damian Galán que con su equipo de
diputados de la incombustible Gráficas San Antonio hace que el cortejo llegue a
su hora a los diferentes puntos de paso.
Esta Cofradía va cumpliendo su
horario también porque el cuerpo de nazarenos, de luz y con cruz, saben
mantener las distancias y apretarse en los momentos adecuados. En definitiva
que la Junta de Gobierno sólo tiene que preocuparse por seguir haciendo las
cosas bien que ya los nazarenos casi van solos.
El comentarista termina ya su
trabajo. Le habían encargado este año encender con caña y pabilo una candelería
que se ha mantenido encendida todo el recorrido. Poco trabajo ha tenido. Se
siente honrado porque le hayan permitido dar luz a lo que ya tiene. Espera con
orgullo que el año que viene lo vuelvan a llamar, será buena señal.
La Cofradía se recoge mientras el
padrino va bajando la voz porque su ahijado entre viñetas y candelerías se ha
quedado dormido. Su manita seguía aferrada a la portada mientras poco a poco se
le retira. El padríno se acerca con cuidado a los rechonchos cachetes del
pequeñín y con un susurrante beso le dice: ¡Ahí queó!.
Luís Chamorro García.
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